Los relojes de pulsera también necesitan cuidados para mantenerlos como el primer día. ¡¡Te damos unos consejillos!!
Cuánto nos gustarán los relojes de pulsera, ¿verdad? Pero para mantenerlos como el primer día es esencial cuidarlos.
Está claro que no es lo mismo el mantenimiento de un reloj sumergible que uno que no lo sea como tampoco es lo mismo uno que sea mecánico o de cuarzo.
Sea cual sea la pieza que tengas te vamos a dar unos consejos básicos con los que estarán siempre en perfectas condiciones. ¡¡Apunta!!
¿Cómo hacer que tu reloj brille como el primer día?
Para limpiar el cristal del reloj es importante utilizar un paño suave, que no deje restos de pelusas y, sobre todo, que no lleve productos químicos.
En casos extremos, se puede humedecer levemente un paño suave con un producto de similares características y limpiar el cristal y la carcasa eliminando, de esta forma, grasas, impurezas y suciedades complicadas.
Del mismo modo, la correa del reloj debe limpiarse con un paño seco o húmedo. La elección dependerá del material de la correa.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el de los imanes ya que estos pueden afectar el buen funcionamiento del reloj. Así que lo mejor es alejarlo de campos magnéticos.
Protégelos de cambios bruscos de temperatura. Ni la exposición al sol ni al frío extremo es algo que les beneficie.
Los golpes o sacudidas violentas hay que evitarlas en su totalidad. Si sabes de antemano que la integridad del reloj puede estar comprometida en alguna de las tareas que tengas previsto realizar, mejor quítatelo. Evitarás un disgusto innecesario. ¡¡Haznos caso!!
La humedad hay que evitarla todo lo posible. Ya sea sumergible o no, no hay que exceder los límites recomendados y respetar tanto la profundidad máxima como la presión admitidas.